Las personas que viven en la Residencia de Mayores El Cristo Roto, de la Asociación de Obras Cristianas de Gibraleón, lo pasaron muy bien la pasada Semana Santa.
Y es que entre muchas interesantes actividades ¡también hicieron torrijas! Con la ayuda ‘técnica’ de los trabajadores del centro se pusieron el mandil, prepararon los peroles, la miel, el pan y el azúcar y se atrevieron, con todas las ganas y la ilusión del mundo, a preparar una deliciosas torrijas.
Este tipo de actividad favorece en dichas personas sus capacidades gustativas y olfativas, al tiempo que les ayudan en el desarrollo de sus habilidades manuales y la psicomotricidad fina. Y lo más importante: les llena de ilusión y entusiasmo al enfrentarse a todo un reto para ellas.
El rico producto salido de las manos de estas personas de la Residencia de Mayores El Cristo Roto terminó, como no podía ser de otra manera, deleitado por todas ellas y los trabajadores del centro en una riquísima merienda. Y es que, aquí entre nosotros, estaban para chuparse los dedos.