Desde el Centro Residencial Tartessos, estamos emocionados de compartir la forma en que las personas con discapacidad y diversidad funcional están forjando un vínculo especial con el mundo natural a través de un proyecto verdaderamente inspirador. Nuestro taller de jardinería, llevado a cabo por usuarios con capacidades diferentes, está demostrando ser un emocionante viaje de aprendizaje, crecimiento y descubrimiento.
En un rincón lleno de vida del centro, nuestros usuarios han tomado la iniciativa de plantar semillas de una variedad de hortalizas como tomates, lechugas, pepinos, cebollas, berenjenas, e incluso un melón y una sandía, dando vida a nuestro propio huerto inclusivo. Los últimos meses han estado llenos de cuidados dedicados, un compromiso constante y, ahora, estamos empezando a ver los fructuosos resultados con la recolección de los primeros tomates y pepinos.
Observar cómo las plantas han ido creciendo día tras día ha llenado a nuestros chicos de entusiasmo, ilusión y más ganas de continuar trabajando en este taller, del que estamos seguros obtendremos una cosecha tanto abundante como significativa.
En el Centro Residencial Tartessos, creemos firmemente en el poder de la terapia inclusiva y este taller de jardinería es una prueba tangible de cómo las actividades centradas en la naturaleza pueden favorecer el bienestar mental, emocional y físico de las personas con discapacidad. Es una celebración de la diversidad, la inclusión y, sobre todo, del amor por la naturaleza.
Continuaremos cultivando el éxito a través de iniciativas como esta, porque cada semilla plantada es un paso más hacia un mundo inclusivo en el que todos podemos crecer juntos.