En Centro Residencial Tartessos, nos enorgullece haber vivido nuestra segunda celebración consecutiva de la Cruz de Mayo, un evento que destaca la fe, la alegría y la unión en nuestra comunidad. Este año, nuestro Centro, un hogar para personas con diversidad funcional y personas con discapacidad, se vistió de gala, desbordando fe, devoción y flores, creando un ambiente especial y único que nos ha unido más que nunca.
La Cruz de Tartessos se convirtió en el eje central de nuestra festividad, rodeada de cantos, bailes y risas que despedían mayo con la más alta nota de esperanza y alegría. Flores y sonrisas fueron los verdaderos protagonistas del día, simbolizando la vitalidad y el espíritu comunitario que caracteriza a nuestro centro.
Además, las tapas típicas de este periodo se convirtieron en un deleite para nuestros residentes, quienes disfrutaron de los sabores tradicionales que fortalecen nuestras raíces y cultura. Este día no solo se trató de devoción y cultura tradicional, sino también de fortalecer los lazos de convivencia y comunidad entre todos los miembros del Centro Residencial Tartessos.
En definitiva, la celebración de la Cruz de Mayo ha sido un reflejo fiel del sentir popular, donde el ocio y la cultura tradicional se han entrelazado para dejar una huella imborrable en el corazón de todos los que formamos parte de esta gran familia. Nos despedimos de mayo reforzados en fe, llenos de gratitud y con la mirada puesta en seguir fomentando este espíritu de unidad y alegría en los años venideros.