Un año más el Santo se dirigió hasta la asociación olontense, que realizó tiradas desde Emaús y la Clínica Dental Solidaria
La procesión se vivió intensamente en Obras Cristianas, al coincidir con el 50 aniversario de la ordenación del padre Diego Suárez Mora
Un año más, la Asociación de Obras Cristianas ofreció su tradicional desayuno a base de chocolate con churros al pueblo de Gibraleón en la celebración de San Isidro Labrador, Patrón de los campos olontenses. Así, e inmediatamente después de que el Santo saliera en procesión portado por sus fieles devotos de la Iglesia de Santiago Apóstol, se dirigió hasta la Casa Madre de Obras Cristianas donde los trabajadores de la asociación se entregaron gustosamente a servir el clásico desayuno a todos los olontenses congregados en torno a San Isidro, mientras la música festiva, las salvas de cohetes y los vivas al Santo no dejaban de escucharse.
El presidente de la Junta Gestora de la Hermandad de San Isidro Labrador, Antonio Durán, destacaba a los micrófonos de El Sembrador Europa Radio y Televisión, “su alegría por la cantidad de fieles que se habían echado a la calle en hora tan temprana para acompañar a San Isidro”, haciendo un llamamiento a los olontenses para que la hermandad “resurja con fuerza a partir de septiembre tras un año complicado”, al tiempo que agradecía “de todo corazón a la Asociación de Obras Cristianas, presidida por el Padre Diego Suárez Mora, su fidelidad con la Hermandad de San Isidro y su entrega, siempre, a los más necesitados de este pueblo”, añadiendo que este año “de manera muy especial debido a que nuestro querido Don Diego celebra sus 50 años de ordenación sacerdotal”.
Muy emocionado se mostraba también el capataz del paso de San Isidro, Antonio Arias, quien lleva dieciocho años al frente de la procesión del Santo por las calles de Gibraleón llegadas estas fechas del mes de mayo. Arias subrayó que él, “a pesar de los años” no se “cansa nunca y que es una satisfacción enorme y que no se puede explicar estar un año más aquí llevando a San Isidro Labrador”.
Por su parte, Lourdes Martín, alcaldesa olontense, declaraba a El Sembrador sentirse “muy contenta por ese día lleno de emociones en torno a la figura de San Isidro”, una devoción “que yo he vivido aquí en Gibraleón, mi pueblo, de donde soy, me siento y vivo, desde niña”, agradeciendo “a Obras Cristianas, presidida por el Padre Diego, el hecho de estar haciendo tanto bien desde hace ya más de 40 años a cuantos olontenses lo precisan”.
Llegados a este punto se produjo quizás el momento más intenso de la jornada matutina, con la ofrenda de la tradicional rosca de pan a San Isidro Labrador del presidente de Obras Cristianas, en unos instantes tremendamente emotivos, pues Padre Diego es una persona queridísima en Gibraleón, por su bondad infinita, su generosidad a raudales con todos y su amor sin límites a Jesús de Nazaret. Como no podía ser de otra manera, la ofrenda a San Isidro culminó con una cerrada ovación de todos los allí congregados.
El Padre Diego, por su parte, con sus 50 años de servicio a Dios en los más necesitados y humildes, incidió en que todas las obras y cuanto lleva a cabo Obras Cristianas de Gibraleónes es por Dios y por los demás y que el mérito no es ni suyo ni de nadie, sino del Padre Celestial que nos da la fuerza necesaria para transmitir ayuda, amor y misericordia a las personas más humildes y necesitadas”.
Finalmente, Jesús Mora, vicepresidente de la Asociación, manifestaba a las cámaras de El Sembrador Europa “mi ilusión, renovada cada año, por ver disfrutar a mi pueblo con San Isidro Labrador, y a Obras Cristianas sirviendo a los demás, con generosidad y entrega, que para eso es, justamente, para lo que queremos, con gozo, estar, hoy y siempre”.