Aprovechando la flotablidad, dicha actividad les permite mejorar su agilidad, el control postural, el estado articular y la musculatura.
Desde el pasado mes de abril las personas con discapacidad motriz y psíquica de la Casa-Hogar El Cristo, centro perteneciente a la Asociación de Obras Cristianas de Gibraleón, cuentan con una nueva actividad favorecedora de su desarrollo personal. Se trata de la hidroterapia, que se lleva a cabo en la piscina cubierta del polideportivo ‘Andrés Estrada’ de la capital onubense.
Monitorizados por José Toscano, fisioterapeuta en Cristo Roto, una vez a la semana y en grupos de tres personas, se desarrolla la mencionada terapia en el agua, un factor determinante en este caso el líquido elemento, pues el efecto de disminución de la gravedad les permite realizar movimientos que no pueden llevar a cabo fuera del agua.
Por ejemplo, la flotabilidad permite a los practicantes de la hidroterapia el desarrollo de su agilidad, al tiempo que mejora progresivamente el estado de sus articulaciones en general y va tonificando poco a poco su musculatura, además de favorecer el control postural de la cabeza, la cervical y el tronco de quienes la ejercitan.
Asimismo, la hidroterapia que ha puesto en marcha la Casa-Hogar El Cristo Roto hace que la adaptación al medio acuático de las personas que la realizan vaya mejorando cada vez más, pues con la ayuda de manguitos van aprendiendo a mantenerse y a desplazarse en el agua.
Para el ejercicio de la hidroterapia se cuenta, además, con complementos que ayudan a su práctica, caso de los mencionados manguitos, cinturones de flotación, tablas, churros o espaguetis y pesas de gomaespuma.