Se trata de un caballo cedido por la Fundación Caballos Luna, que rescata equinos maltratados
La Residencia de Psicodeficientes y Gravemente Afectados Betsaida, situada en el pueblo de Beas y perteneciente a la Asociación de Obras Cristianas de Gibraleón, lleva a cabo un programa terapéutico con caballos y perros, formando estos animales parte de la vida cotidiana de los residentes en el mencionado centro y, sin duda, siendo cómplices de sus inquietudes y logros. Las caricias y el cariño de los unos a los otros son continuos, resultando, en buena medida, los causantes de su felicidad y bienestar.
Y por esas buenas razones han acogido en Betsaida un nuevo miembro, aumentando la ‘familia’ equina de la residencia. Se trata de ‘Boston’, un joven caballo de capa alazana, gran belleza y mirada enternecedora, rescatado en su día por la Fundación Caballos Luna. Dicha entidad, al frente de Laura Hoitsema, realiza una excelente labor en el rescate y cuidado de caballos maltratados, que son acogidos en su finca situada en la Sierra Norte de Sevilla, concretamente en Almadén de la Plata, donde actualmente cuenta con 184 equinos, cada uno con una historia de vida en la que predominaba el sufrimiento y ahora, en aquel paraje, han encontrado tranquilidad y felicidad, a la espera de ser adoptados.
‘Boston’ llegó a Betsaida el pasado 18 de octubre y es ya miembro de pleno derecho del centro, siendo tratado con cariño y respeto y disfrutando de los cuidados y el bienestar que siempre debió tener. Ayudará a sus residentes en su rehabilitación, gracias a los ejercicios de equinoterapia que realizará diariamente con ellos. Nadie podía presagiar hace siete años, cuando nació ‘Boston’, que se convertiría en un caballo sanador.
Para la Residencia Betsaida ha sido una gran sorpresa encontrarse con la Fundación Caballos Luna. Aprovechamos esta ocasión para darles las gracias nuevamente por confiar en nosotros y les animamos a seguir con ese cometido tan maravilloso que están realizando, de rescate y cuidado de equinos maltratados.
Ni que decir tiene que los residentes de Betsaida recibieron a ‘Boston’ con mucha alegría y están impacientes por poder disfrutar, junto a él, del trabajo del día a día. Todo a su debido tiempo, claro, pues ‘Boston’, primero, debe adaptarse a su nuevo hogar y a su nueva familia y, sobre todo, a una nueva labor que será fundamental a partir de ahora en su vida: ayudar a ser feliz a los chicos y chicas de la Residencia de Psicodeficientes y Gravemente Afectados Betsaida de Obras Cristianas de Gibraleón.