En el corazón de nuestra tradición y fe agrícola, la festividad de San Isidro Labrador se viste de solemnidad y gratitud. El Centro Residencial Tartessos ha celebrado esta jornada con una conmovedora y emotiva ofrenda, un gesto que refuerza el lazo entre la comunidad y sus profundas raíces culturales.
San Isidro, patrón indiscutible de los agricultores, ha recibido un tributo significativo por parte de los usuarios del Centro Tartessos. En una muestra de devoción y agradecimiento, han creado con sus manos y corazones dos roscas que simbolizan la fecundidad de la tierra y el respeto a la labor campesina.
La celebración, envuelta en una atmósfera de júbilo y perpetuación de la tradición, ha representado un momento especial para todos los presentes. No fue solo un día para compartir la fe, sino también para fortalecer el compañerismo y el afecto que son el sello distintivo de nuestra comunidad.
Este acto es más que una simple tradición; es parte de nuestro programa de actividades culturales que promueve la participación activa y el vínculo con nuestras raíces. Valoramos el espíritu de unión y las historias compartidas que estas iniciativas traen a la vida de nuestros residentes y colaboradores.
Desde el Centro Residencial Tartessos, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los residentes y al equipo de profesionales por su entusiasmo y esfuerzo en la realización de este bonito gesto. Juntos, continuaremos celebrando nuestras costumbres y compartiendo momentos que alimentan el alma.
