El desarrollo y la historia de vida es algo con lo que se trabaja y se tiene muy en cuenta en las personas que viven en las residencias de personas mayores. Es el caso de Cristóbal Jiménez, residente en el CRM Jesús de Nazaret, que ha expresado su recorrido vital a través de uno de los poemas que suele tener en la cabeza y los compone mentalmente, aunque no le guste escribir. Hoy a tenido a bien que le podamos transcribir su Poema de la Vida, en el que hace un recorrido por su historia personal y que os compartimos aquí:
Yo , Cristóbal Jiménez, el año 55 en el que yo me marqué, el 25 de julio yo conocí a una mujer. Esa era mi Nemesia, de ella me enamoré. Nos hablamos 8 años y con ella me casé. Pasamos 50 años con una gran amistad, ella me quería mucho y yo la quería más. En el año 2008 ella a mí me dejó, en aquel 30 de mayo cuando ella falleció. Me quedé solo en la vida sin cariño y sin amor. Sólo me quedan mis hijos y le doy gracias a Dios. Me quedé solo en mi casa sin saber lo que ‘jasé’, si marcharme para Huelva o irme para Leganés. Pasaba las noches enteras pensando en mi porvenir. Al cabo de poco tiempo ya por fin me decidí, de hacer muchos viajes y empadronarme en Madrid. Ahora, al cabo de mis años jamás lo pensaba yo, de llegar a este pueblo llamado Gibraleón, para entrar en este centro que es una gran Asociación, que me tratan con cariño, con agrado y con amor.
Cristóbal Jiménez Espina