En medio del tiempo sagrado de la Cuaresma, el Centro Residencial Tartessos ha vivido un momento profundamente espiritual y simbólico. Nuestros residentes participaron en el tradicional Besamanos al empezar esta temporada de reflexión, un rito que marca el camino hacia la renovación y la redención espiritual.
Acudimos a la Iglesia de la Concepción, un lugar emblemático de nuestra comunidad, donde el Señor Cautivo presidía el altar con una presencia que inspira al recogimiento y la plegaria. Este encuentro no fue solo una tradición, sino una profunda expresión de la fe de nuestros residentes, quienes aprovecharon esta visita para presentar sus peticiones más sinceras.
Con la mirada fija en la figura venerada del Señor Cautivo, nuestros residentes expresaron sus deseos de Paz, Tolerancia y Respeto en el mundo, temas que hoy más que nunca resuenan en cada rincón de nuestra sociedad. Este acto de fe no sólo refuerza los lazos con su espiritualidad, sino que también afirma su compromiso con valores universales que promueven un mundo mejor.
La visita al Besamanos es un ejemplo palpable de cómo la tradición se encuentra con la vida contemporánea, ayudando a nuestros residentes a encontrar un sentido de propósito y pertenencia en estos tiempos de reflexión.
En el Centro Residencial Tartessos, entendemos la importancia de mantener vivas estas tradiciones que no solo fortalecen la fe individual, sino que también consolidan nuestra comunidad. Seguiremos apoyando estos momentos de espiritualidad que son fuente de consuelo y esperanza para muchos.
Este acto de devoción es un claro recordatorio de que, incluso en los momentos más desafiantes, la fe sigue siendo un refugio donde nuestros residentes pueden encontrar esperanza y fe, pilares que sustentan nuestro trabajo y nuestra misión en el centro residencial.
