En Betsaida, centro residencial para personas con diversidad funcional y psico-deficientes, la llegada del calor se ha convertido en una excelente oportunidad para poner en marcha su piscina terapéutica. Con más de 55 usuarios en el centro, la necesidad de adaptar las actividades a las altas temperaturas se hace indispensable, y nada mejor que un refrescante baño en la piscina.
La piscina terapéutica no solo se convierte en el lugar perfecto para disfrutar del verano, sino que también se ha convertido en el espacio por excelencia donde los residentes de Betsaida pueden realizar ejercicios terapéuticos para mejorar su calidad de vida. Por las mañanas, los usuarios realizarán diferentes ejercicios terapéuticos, centrados en el equilibrio, la movilidad y el tono muscular, aprovechando los numerosos beneficios que la piscina puede aportar.
Entre los beneficios más destacados, los ejercicios realizados en la piscina terapéutica ofrecen una mejora significativa en la flexibilidad y la elasticidad, así como una reducción de los impactos que pueden afectar en las articulaciones. Además, trabajar dentro del agua ayuda a quemar grasas, y mejora el sistema respiratorio con el aumento de la capacidad pulmonar. También ha sido probado que estos ejercicios tienen un impacto positivo en el estado cognitivo y emocional de los pacientes.
Por las tardes, la piscina se convierte en el lugar ideal para pasar momentos de relax, disfrutar de la diversión, el entretenimiento y la alegría. El equipo de Betsaida cree que los momentos de ocio y diversión son esenciales para motivar a sus usuarios, y como tal apuesta por momentos de fiesta y sonrisas que contribuyen a mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de los usuarios.
En resumen, la piscina terapéutica de Betsaida es el lugar perfecto para el ocio y la rehabilitación, ofreciendo a sus residentes la oportunidad de disfrutar del verano mientras mejoran su calidad de vida.





