Entre las actividades destacar los concursos de refranes y trabalenguas y el de cocina, así como una conferencia sobre el papel de la mujer en la España de posguerra
El pasado viernes 6 de octubre celebraba el Centro Residencial de Mayores Jesús de Nazaret, de la Asociación de Obras Cristianas de Gibraleón, la II Jornada del Día Internacional del Mayor. En esta ocasión la temática tenía una perspectiva de género, centrándose en la mujer de posguerra.
Como el año pasado, en que se inauguró esta jornada con motivo de tan señalado día para el colectivo de la Tercera Edad, durante la misma se desarrollaron actividades pensadas y centradas en la satisfacción de nuestros queridos mayores.
En esta edición comenzaba la programación con la inauguración de la jornada, a cargo de la directora, Rocío Ortiz, para después, realizar una salida a la cercana plaza de Santa Ana, dentro de la localidad olontense, donde disfrutaron los mayores de un concurso de refranes y trabalenguas, regresando posteriormente a las instalaciones del centro. En él tuvo lugar el tradicional bingo semanal en el patio, pero en esta ocasión con novedades, estrenando una nueva modalidad de dicho juego y, como no podía ser de otra manera, hubo premios especiales para los primeros afortunados.
Después de descansar para almorzar y tomar un respiro continuaron las actividades en la sesión vespertina con una charla sobre ‘El rol de la mujer en la España de Posguerra’, recordando en ella el cambio que ha experimentado la realidad del género femenino desde que nuestras abuelas eran niñas hasta el día de hoy. Tras la mencionada conferencia, una actividad que hizo las delicias de nuestros mayores: concurso de cocina, donde demostraron su sabiduría culinaria realizando la mejor brocheta de frutas que estaba a su alcance.
Esta II Jornada del Día Internacional del Mayor finalizaba con la habitual entrega de diplomas a todos los participantes, así como los premios a los ganadores de cada concurso, momento tras la cual todos los presentes -residentes y trabajadores de la Residencia de Mayores Jesús de Nazaret-, ponían el broche de oro final viviendo una fiesta en la que no faltaron las ganas de cantar y disfrutar, demostrando las ganas de pasarlo bien de nuestros mayores, siempre abiertos y con un corazón joven y puro.